Acabo de asistir a mi tercer fin de semana de formación de la Escuela de Miquel Baixas.
La Escuela de Nuevos Negocios me encanta porque realmente nos enseña a posicionarnos en el sector de los nuevos negocios, que para mí son los negocios conscientes, aquellos que como dice Miquel Pino se rigen por la ecuación de Ingresos-gastos= Felicidad. Y Miquel Baixas, un súper crack en el mundo de los negocios digitales, es también un súper crack del mundo consciente, así que nadie mejor que él para crear la Escuela de Nuevos Negocios.
Y en el mundo digital hay una fiebre del primer millón. Y por cierto, en España, el mérito es para Miquel Baixas, que lo logró en su primer lanzamiento.
Y ahora voy volando hacia Santiago de C. desde Barcelona y en este vuelo me he dado cuenta de que yo también hice mi primer millón hace algo así como 5 años, aunque te adelanto que no lo cobré yo.
Te cuento la historia:
Conocí a una mujer, Susana, que fue mi amiga y luego por estas cosas raras de los procesos personales, ya sabes, los egos, dejó de serlo. Si te digo la verdad, recuerdo como se inició la amistad, más no recuerdo como se perdió. Por más que lo intento, no lo recuerdo, y no voy a insistir pues no es el motivo por el cual estoy escribiendo.
Esta mujer me acogió en su casa en un viaje que realicé a su ciudad, al otro lado del mapa. Ella estaba inmersa en un proceso de divorcio y muy debilitada por ello. La verdad es que nunca había sido una mujer que desprendiese confianza y en ese momento mucho menos. Era un manojo de inseguridades y una madeja de miedos.
Pasé una semana con ella y me dio tiempo de conocer a fondo su historia…
Tengo la capacidad de ir viendo las secuencias paralelas, subconscientes, de las historias que conozco. Mientras las personas me descubren su mapa mental conocido por otra puerta secreta se me desvela el mapa mental desconocido. Su alma se muestra y con ella la historia real: El amor, el miedo y las soluciones.
… Su ex marido era un empresario reconocido a nivel nacional e internacional. Ella había descubierto una infidelidad y ahí se inició la marimorena. El caso es que Susana estaba tan hecha polvo por los 30 años de matrimonio que se iban al garete que los términos de su divorcio ni le importaban. Imagina cómo estaba que su propio abogado le estaba haciendo la cama y ni se había enterado.
Así que empecé a trabajar con ella. En la primera sesión conectamos con todas esas inseguridades que procedían de su historia educacional, familiar y personal. En el proceso también me di cuenta de que su hijo no era fruto del matrimonio, aunque esta información no la contrasté con ella ni le dije que la sabía pues no aportaba nada a su proceso de fortalecimiento.
En esa primera sesión, además de tratar sus temas de confianza, buscar el origen y la causa y resolverlos, le recomendé que le diera una patada en el culo al abogado. Tardó varios meses en hacerlo, su inseguridad se lo impedía. El ir ganando confianza se iba notando en cómo manejaba su vida personal. Ella tenía indicaciones claras del perfil de la nueva abogada, es más, incluso habíamos detectado quien podía ser.
Cuando ella dio ese paso, propusimos la segunda sesión. El acuerdo económico que su ex proponía en connivencia con ambos abogados era que ella se quedara con el 100% de la vivienda del matrimonio, una pensión muy generosa para su hijo que estudiaba en el extranjero y punto pelota…
¿De verdad que vas a aceptar esto?
¿Sabes cuál es el valor de las empresas de tu marido?
¿En qué régimen estáis casados?
¿Tienes algún tipo de firma en la empresa?
¿Has servido como aval con tu nómina o propiedades en algún momento para la empresa?
¿Qué hacías tú mientras él se pasaba 28h diarias en la oficina?
¿Qué hubiera ocurrido si tú no hubieras estado ocupándote de todo lo demás?
La segunda sesión fue puramente técnica y dedicada a que descubriera el valor de lo que ella había aportado en el inicio y desarrollo de la empresa de su marido, que desde hacía 5 años estaba exclusivamente a su nombre, coincidiendo con cuando él le propuso separación de bienes.
Perdona, ¿qué se estaba fraguando ahí?
En esta sesión la dejé con la cabeza como un bombo y con el corazón en modo avión, en proceso de aprender a amarse, valorarse y quererse más. Además le recomendé algo muy muy importante: que retirara el nombre de su marido del buzón y de la placa de la puerta de entrada.
En la tercera sesión le hablé del millón, además del piso y la pensión para su hijo.
Lo demás es historia, como te puedes imaginar. Así que de este modo gané mi primer millón, aunque no lo cobrara yo, a través de acompañarla en un camino de confianza, reafirmación y amor a sí misma.