Somos energía. Somos cuerpos energéticos.
Energía libre consciente en movimiento. Pero no siempre es así y justamente falta lo más importante: la consciencia de lo que somos. En realidad apenas sabemos de ello y pocas veces lo tenemos en cuenta. Pasamos la vida mirando nuestros aspecto físico, qué comemos, cómo vestimos, lo que debemos de descansar, si estamos saludables o no, y aún así no lo hacemos con mucha conciencia pues la mayoría sigue sin darle importancia a los hábitos saludables de descanso, alimentación…
Habitualmente tenemos en cuenta nuestras emociones, nuestro cuerpo emocional y el campo en el que se desarrolla, más no siempre sabemos tratarlas, interactuar con ellas. Casi nunca se nos educa para poder expresarlas, sobre todo cuando nos han dicho que son emociones “malas” como la ira, la tristeza, el enfado… Y no son mejores ni peores, son parte de una polaridad que da lugar a un ciclo. Es saludable que existan y cumplen su función de ofrecernos información. Una buena higiene emocional nos permite mostrarnos tal cual nos sentimos en cada momento.
Y sobre el cuerpo mental, que nos lleva de calle, no siempre entendemos qué ocurre en él, o de dónde surge este o aquel pensamiento. Ni entendemos el mundo inconsciente que se desarrolla y del cual dependemos más de lo deseado, a veces. No reparamos en juzgar, en permitir pensamientos que no son adecuados para nuestro desarrollo. Queremos obtener resultados en nuestra vida, en cualquier ámbito, más no chequeamos nuestros pensamientos.
Además de existir estos aspectos de nuestro cuerpo mental, emocional, físico, existen otros aspectos dentro de la configuración energética de nuestro cuerpo que por desconocimiento no atendemos, simplemente porque no sabemos de su existencia, o bien porque aún sabiéndolo se nos escapa qué hacer con ellos.
Somos cuerpos energéticos y como tal nos manifestamos. Conocer un poco más de ellos nos ayuda a vivir una vida saludable, armoniosa y placentera. El cuidado, la limpieza, la protección de nuestro cuerpo energético es de gran importancia.
En las próximas entradas seguiré desarrollando este tema.