No sé tú, pero yo vengo de pasar unos días en el infierno. Consciente, pero infierno. Y cuando uno es consciente el infierno está más caliente.
Estamos en un momento de transición planetaria. Un momento hermoso y tremendamente delicado.
Desde el año 1954 el planeta y los seres humanos con él estamos de mudanza. Y tras 2000 años en la misma posición esa mudanza se prevé dificultosa, llena de trastos viejos que dejar. Y ahí el reto, darse cuenta que es momento de soltar, de dejar atrás, de no seguir cargando con lo obsoleto. Y esto no está exento de luchas internas.
Pero si te vas para un lugar nuevo, para un hogar más confortable, armonioso, dulce y espacioso, ¿para qué cargar los viejos trastos, que ni hacen falta ni encajan en el nuevo hogar?
Y el añorado 12-12 del 2012 del cual nos hablaban los mayas, esos grandes sabios conocedores del tiempo, de las formas, de la matemática perfecta, ese gran pueblo consciente que trascendió el tiempo y el espacio en su proceso de evolución, ya conocían este momento. Y no sé equivocaron con ese 12-12-12 en el cual realmente no pasó nada. Hay una diferencia de calendarios, el suyo lunar, natural. El nuestro gregoriano, económico y artificial. De ahí ese desfase en los tiempos. En los nuestros.
Y llegado este momento nos encontramos con episodios planetarios, estelares, galácticos que se viene sucediendo desde el 25 de julio, que coinciden con las lunas nuevas y que se mantendrán al menos durante los 6 siguientes meses.
Energías nuevas entran en el planeta, desestructuran, rompen, desmadejan, y con ellas nosotros vivimos los mismos procesos, que pueden ser especialmente intensos en el entorno de los días 21 y 25 de cada mes.
La última avalancha energética se ha producido con la entrada del equinoccio de otoño en Europa. En ese momento bajé a los infiernos y ¡ vaya si ardían !
Ardían las emociones, el enfado, el malestar, el mal humor. El mundo emocional se disparó. Y el mundo mental llenó de juicios tres días completos. Y el problema no es el juicio, el problema es ser consciente de que ese juicio es interno, que esa carga energética es propia, que el otro no es más que una mera proyección, un espejo. Vaya si arden los infiernos. Y todo pasa y llega la paz, el equilibrio y la armonía. Esto es parte del universo dual en el que vivimos, en el cual hay que abrazar tanto lo blanco como lo negro, el frío y el calor, la saciedad y el hambre, pues ahí está el equilibrio. La polaridad nos ha acompañado hasta ahora, o hasta hace unas décadas, más la nueva era viene con la referencia de la trinidad, del tres, del equilibrio entre los dos extremos, de un nuevo modelo que se halla en el centro de los dos polos opuestos. Y ese es nuestro reto, encontrar esa tercera posibilidad que nos lleva a estar centrados, en nosotros, sin grandes alegrías ni grandes penas.
La Iglesia nos habla desde el siglo IV de esa Trinidad disfrazada de misterio. Ahora es el momento de conocer esa unidad en nosotros, de aceptar las emociones, los pensamientos, en cualquiera de sus variantes, sin juzgar, solamente viviéndolos.
Estar atentos a nuestro mundo mental: Cuidar los pensamientos, no quedar enganchados a negatividades, chismes, juicios, habladurías, no dar fuerza a lo que se muestra en determinados medios de comunicación.
También atentos a nuestro mundo emocional: Permitir la expresión de cada emoción sin juzgarla, permitir liberar tensiones, expresiones reprimidas… afectos, miedos…
Purificar nuestro cuerpo físico a través del ayuno, de la alimentación consciente, del ejercicio, del descanso…
Estar muy atentos a nosotros mismos, a cada expresión y manifestación de nuestro mundo mental y emocional. Crear hábitos saludables. Hábitos de alimentación, de horarios, de descanso, nos refuerza en estos momentos de tránsito, nos permiten tomar nuestro poder, fortalecer nuestra voluntad y desde ahí cabalgar esta gran ola planetaria.
Para estar en sintonía todos los días, al despertar, abro mi Tubo de Luz, me conecto con mi Yo Superior y bajo su guía vivo el día. Esta meditación tan sencilla, llena de voluntad, de intención, de consciencia, es una gran ayuda para estos tiempos que corren.
En este enlace a mi canal de YouTube te muestro como realizarla: https://youtu.be/9itIpv_3oPg
Vivimos momentos emocionantes que pueden ayudarnos a crecer o bien hundirnos. Los movimientos energéticos son fuertes, y como buenos guerreros hemos de tener nuestros recursos. Conectar con el Yo Superior y darle las riendas del día, es fantástico.
Te proteges, te fortaleces, conectas con tu consciencia superior y no dañas a nadie.
Te invito a realizar esta meditación y vivir en plenitud estos momentos de tránsito.
¿Y tú cómo lo estás llevando? Si te apetece compartirlo escríbeme en comentarios.