¡¡Hola una semana más!!
Me alegra estar aquí compartiendo contigo. En este espacio “invisible” y tan cargado de información, emociones, sentimientos.
La semana pasada te hablaba de lo invisibles que somos. Si no has leído el post te animo a hacerlo ahora aquí.
Quiero contarte algo que ocurrió hace unos días y que es un claro ejemplo de esa invisibilidad que portamos. En este caso hablaremos de la invisibilidad en el trabajo, a nivel profesional, laboral, económico… Sí, para el dinero también podemos ser invisibles, o demasiado visibles, como en la historia que te voy a contar. ¡Así como lo oyes!
En el último taller que facilité de Constelaciones Organizacionales, que son aquellas destinadas al ámbito profesional y económico, en más de la mitad de las constelaciones o intervenciones con los casos de los clientes se manifestó que los problemas que ellos vivían a nivel laboral estaban basados en la invisibilidad de algún miembro de la familia. Dicha invisibilidad estaba marcada por una exclusión o autoexclusión de esa persona del seno familiar. Déjame decirte que la Sistémica Organizacional, Familiar, se basa en que todos formamos parte de un Sistema, y que esos sistemas han de estar ordenados en base a unos principios. En caso de no cumplirse esto dicho sistema pierde fuerza, se tambalea e incluso puede llegar a resquebrajarse.
Te voy a contar dos historias y así lo entenderás mejor. Son historias reales, así que voy a cambiar los nombres de los participantes.
La historia qué más me impactó es la de Jorge. Él venía a constelar, tratar, o ver qué ocurría en su ámbito profesional pues había llegado a un punto en el que deseaba y no lograba estabilizarse ni ser reconocido por algunos de sus compañeros. Tampoco lograba tomar las riendas del departamento que dirigía y se apoyaba en un antiguo jefe. Había llegado el último a una empresa que se había reestructurado recientemente y los antiguos jefes ahora eran subordinados y claro, no le hacían caso. Su departamento era el único que daba pérdidas en la empresa y él estaba preocupado. Si algo de ésto te suena familiar, sigue leyendo…

@chadknight
Iniciamos su constelación con todos los integrantes de la misma: un representante para él, representantes para los diferentes departamentos, para sus compañeros que chocaban con él, etc. Hicimos visibles de forma física todos los elementos que entraban en conflicto en la empresa. El sistema comenzó a moverse por sí sólo. En un momento dado se sentía cómo faltaba fuerza en él, armonía. El representante de Jorge se mostraba parado, con la mirada ausente, sin fuerza. Intuitivamente surgió preguntarle a Jorge por la relación con su padre. “Buena”, contestó. Pero no se percibía así. Así que salió un representante para su padre y ahí se vio como éste tomaba su fuerza, el impulso vital de su hijo, de Jorge y de su ámbito profesional. La siguiente pregunta fue por el abuelo. Si su padre no tenía fuerza y la tomaba de su descendiente es que algo pasaba con el abuelo, el ascendiente. Su abuelo se había suicidado cuando el padre era joven. Sacamos un representante para el abuelo. Ahí estaba el factor invisible en el clan. Se había hecho invisible quizá porque se sintiera excluido, quizá porque hubiera otro excluido entre sus ascendientes. En todo caso el darle su lugar, permitirle expresarse, ser reconocido, hacerlo de nuevo visible propició que el padre de Jorge tomase su fuerza, su poder de su propio padre y que ambos, padre y abuelo, apoyasen a Jorge. En este caso la exclusión del abuelo, el no atender adecuadamente el suicidio lo hacía invisible a la familia pero muy visible a nivel de situaciones externas. Lo invisible siempre busca la manera de hacerse visible.
Otro ejemplo claro fue el de Mónica, joven de 24 años, llena de vida, de proyectos, pero parecía que todo le salía mal. Ahora quería lanzar su propio proyecto empresarial y saber cómo le iría. Al sacar a los representantes para ella y su negocio su representante se cae al suelo, yace allí por unos minutos, le acompañan el representante del negocio y el representante del dinero. Obviamente con este panorama nadie puede lanzar un negocio, pues no hay fuerza vital ni para la persona, ni para el proyecto y por supuesto esto conlleva que no habrá clientes ni dinero. Ante esta imagen que presenta su proyecto le pregunto por su padre. La fuerza en el mundo económico, laboral, profesional viene por nuestra vía paterna. Me dice que ahora bien, pero que su padre era ex alcohólico y ella lo entendía, aunque no siempre lo aceptó y al preguntarle por el abuelo, pues es obvio que a su padre le había faltado la fuerza y el alcohol había sido un recurso de supervivencia, me dice que a su abuelo lo habían asesinado. Cuando en ese momento ella pone palabras de comprensión, de amor, de reconocimiento y visibilidad hacia la situación de los hombres de su linaje y el asesinato de su abuelo, cuando toma conciencia y le conecta con el amor, su representante pega un salto, se levanta del suelo y en voz alta empieza a decir que ella puede, que ella se vale por sí misma… y con mucho dinamismo toma las riendas de la situación. Los otros representantes empiezan a moverse y se dinamiza el grupo, sobre todo la marca personal de su nuevo negocio, que empieza a organizar a los demás integrantes. Este es otro ejemplo de cuando alguien del clan se ha tornado invisible.

@chadknight
Hoy hemos tratado la invisibilidad de nuestros ancestros y cómo nos afecta en el día a día. En próximas entradas seguiremos viendo los otros casos de invisibilidad y cómo nos afectan en nuestra vida cotidiana.
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