Estamos viviendo momentos convulsos a nivel energético planetario. Estamos inmersos en una oleada de baja frecuencia vibratoria que se mantendrá hasta mediados de junio. (!!! Esto parece el parte meteorológico ¡¡¡).
El pueblo maya pronosticó el cambio planetario para el año 2012. La variación de los calendarios (nos regimos por un calendario gregoriano, matemático pero antinatural que da lugar a un tiempo mecánico y lineal), del modo de medir el tiempo apartándonos de los ciclos temporales de la naturaleza, del tiempo solar que ellos usaban a través de unos 20 calendarios basados en la observación de los ciclos naturales y universales, da un desajuste en la fecha. No está mal pronosticada, sino que está mal calculada por nuestros medidores del tiempo. Este movimiento de cambio se está dando ahora y se prevé que dure hasta el 2018, quizá hasta el verano del 2018.
Los movimientos energéticos por los que atravesamos pueden llegar a ser profundamente caóticos. Es el caos que trae el nacimiento de lo nuevo. Estamos ante un cambio de era que se está desarrollando en este preciso momento.
Ante ello lo importante es mantenerse en equilibrio hacia adentro, en el sentido de ser observadores de nuestro mundo mental, emocional, astral. Actuar con la máxima coherencia. El sentir, decir y hacer que vayan en unión. No suponer nada, no actuar bajo suposiciones, no entrar en situaciones de baja vibración: discusiones, peleas, enfados, riñas. Evitar participar en ellas y provocarlas. Es tiempo de ser cuidadosos y dueños de nuestras emociones y pensamientos.
La alimentación sana, el descanso, el movimiento del cuerpo, el salir a la naturaleza – que es un gran elevador de la vibración -, el aseo físico y energético, el no andar con prisas y no acceder a aquello que realmente no estamos dispuestos a hacer es de gran importancia para mantener la armonía.
Si eres especialmente sensible evita los lugares muy concurridos, las masificaciones, a las personas que sientes que tienen una frecuencia más baja… Por lo menos hasta mediados de junio cuida los aspectos anteriormente indicados y sobre todo no entres en episodios de estrés.
La mejor manera de paliar estos efectos es cuidándonos mucho, realizando aquellas actividades que nos generen alegría: quizá escuchar música, bailar, pasear, compartir más tiempo con las mascotas…, a veces ese plato de comida que tanto te gusta. Todo aquello que te genere bienestar es una buena herramienta en estos momentos. Así como decir no y no comprometerte si realmente no te sientes a gusto haciéndolo. Es un momento de ser egoístas conscientes en el sentido de estar atentos al estado interno personal y actuar en consecuencia.
El orden es importante. El orden en nuestras ideas, que quizá sea el más difícil. Una pauta para ello es intentar tener nuestros espacios lo más ordenados posible, lo cual quizá también cueste un poco y observemos que está más revuelto o desordenado de lo normal, y aún siendo consientes de ello nos cueste ordenarlo, o si lo logramos, de nuevo se desordene rápidamente. Mantener el orden exterior es una manera sencilla de lograr el orden interior.
Algunas personas me preguntan si podemos hacer algo para evitar esta baja vibración, si realizar alguna acción enfocada en el planeta. Mi sentir va en una doble dirección:
- Es un movimiento natural. Forma parte del Principio de Polaridad y como tal hemos de respetarlo. Sería antinatural intentar algo. No nos corresponde actuar, y aún haciendo algo externo, creo que no conseguiríamos grandes resultados.
- Nuestra labor primordial de ayuda a este momento es estar en armonía, equilibrio, en paz con nosotros mismos y nuestro entorno. Hacernos cargo de nosotros mismos es la mejor manera de vivir en el caos y no acompañarlo, pero tampoco rechazarlo.
Como en muchas ocasiones comparto, utilizando el símil climatológico, nos encontramos ante momentos de “marejada a fuerte marejada” y gracias a nuestra coherencia y consciencia internas lograremos que no zozobre la barca de nuestra vida. Es el momento de hacer magia, aquella que tiene que ver con lograr modificar los estados energéticos personales, la verdadera alquimia se encuentra ahí.